Desata euforia en el Palacio de Bellas Artes la Sinfónica del IPN
Ø Con concierto celebró su 50 aniversario la orquesta que dirige Diemecke
Ø Vincula la agrupación ciencia y tecnología con arte y cultura
Ø Atestigua y comparte la celebración la directora general del INBA
Con un magno concierto en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, la Orquesta Sinfónica del Instituto Politécnico Nacional (OSIPN), bajo la dirección de Enrique Arturo Diemecke, celebró la noche del miércoles pasado los primeros 50 años de su fundación.
Como ya es tradicional, los festejos iniciaron con la Fanfarria politécnica, de Ulises Gómez, y el Himno del IPN, lo que ocasionó la euforia de los alumnos, egresados, profesores y catedráticos que se dieron cita esa noche para conmemorar a uno de sus mayores orgullos culturales. Muchos de ellos, inclusive, se levantaron de sus asientos para acompañar a la orquesta y en señal de respeto a su alma mater.
En el palco principal del Palacio de Bellas Artes atestiguaron el acto la directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), María Cristina García Cepeda; el subdirector general de Bellas Artes del INBA, Sergio Ramírez Cárdenas, y el titular del IPN, Enrique Fernández Fassnacht.
Antes del concierto, el director de la OSIPN, Enrique Arturo Diemecke, considerado uno de los mejores directores de orquesta de las últimas décadas en México, rememoró que la OSIPN ofreció su primer concierto el 4 de abril de 1965 y que ha sido dirigida por Guillermo Orta Velázquez, Juan Carlos Lomónaco y Gabriela Díaz Alatriste, entre otros.
Recordó asimismo que el IPN está dedicado a la ciencia y la tecnología, pero también ha tenido la inquietud de promover y difundir la cultura en todas sus manifestaciones entre los alumnos y los profesores, como es el caso concreto de la OSIPN, que en los últimos cinco décadas ha dado cientos de conciertos dentro y fuera de sus planteles.
“Como la cultura es la complementación de los estudios de los alumnos del IPN, se puede decir que la música tiene mucho de ciencia y mucho de tecnología”, aseguró el director.
Luego de sus palabras inició el concierto con la interpretación, mucho más que perfecta, de la Sinfonía concertante para violín, viola y orquesta en mi bemol mayor, KV 364, de Wolfgang Amadeus Mozart, compositor imprescindible en cualquier tipo de celebración.
Quienes se llevaron los aplausos más calurosos fueron los dos solistas invitados: la violista Felisa Hernández y el violinista Erik Sánchez, quienes, “poseen talento, virtuosismo y mucho sentimiento, es decir, el trinomio cuadrado perfecto de cualquier obra de arte”, dijo un profesor politécnico asistentes al concierto.
Fue tal el ímpetu de ambos intérpretes que el público hizo que regresaran al escenario no sólo para recibir más ovaciones sino para ofrecer un encore que, debido a su dificultad, parecía el duelo entre dos gigantes que tienen el dominio absoluto de la técnica de sus respectivos instrumentos.
Tras el intermedio, la OSIPN interpretó la Sinfonía núm. 5 en mi menor, op. 64, de Tchaikovsky, cuyos cuatro movimientos traen gratos recuerdos al que los escucha. Algunos la llegan a comparar con la Quinta Sinfonía, de Beethoven.
El mismo programa lo interpretará la OSIPN el sábado 23 de mayo a las 13:00 horas en el Auditorio Ingeniero Alejo Peralta del IPN y será transmitido en vivo por el Canal del Politécnico.