Si muero joven, no quiero flores, de Omar Amador, obra en recuerdo de quienes han dejado esta vida demasiado pronto
¿Qué se hace con las pérdidas? El Cachorro, una estatua viviente y tres amigos emprenden un recorrido por todo el país, saborean la vida porque saben que cuando se vive no hay tiempo para pensar en la muerte. Pero ella también acecha si aprendiste a convertirte en estatua y esa es una de las peores muertes. El Cachorro pasó de vivir en el arrebato de la vida al infortunio de la pérdida y a preguntarse incesantemente ¿dónde ponerla, dónde tirarla, dónde ocultarla?
La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), a través de la Coordinación Nacional de Teatro, presentan el work in progress Si muero joven, no quiero flores, de Omar Amador Esquivel.
Esta versión y dirección de Cecilia Ramírez Romo será interpretada por el mismo Omar Amador. La temporada inició el 24 de noviembre y concluye el 11 de diciembre, los jueves y viernes a las 20:00 horas, sábados a las 19;00 y domingos a las 18:00, en la Sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque.
En entrevista, el autor e intérprete Omar Amador Esquivel compartió: “Desde la primera vez que vi una estatua callejera me han parecido fascinantes, casi hipnóticas. ¿Será que, estando así quietas, sienten algo? ¿En qué piensan? ¿Estarán tristes? Estas preguntas sumadas a la necesidad de descifrar qué hacer con la pérdida de alguien de manera inesperada, dieron forma a este homenaje para quienes han dejado esta vida demasiado pronto”.
Los diseños de escenografía y vestuario son de Ricardo García Luna, el diseño de iluminación de Alita Escobedo, el diseño sonoro a cargo de Dulce Mariel, mientras que el movimiento escénico de David Guevara