En el Templo Mayor se llevó a cabo la presentación de los nuevos hallazgos recientes al encontrarse 45 calaveras y más de 200 mandíbulas humanas ubicadas cerca del Recinto Sagrado de Tenochtitlan, este hallazgo, se estima más de 500 años de antigüedad, representa el depósito más numeroso de calaveras hasta el momento; así como un a piedra sacrificial y otras cinco calaveras con orificios, las cuales formaron parte de un Tzompantli de la urbe mexica. Text and Photo by: Yanín Ramírez

El Arqueólogo Raúl Barrera Rodríguez responsable del Programa de Arqueología Urbana (PAU), del INAH. Indicó el depósito de cráneos, se halló en la parte posterior de la estructura denominada cuauhxicalco, que debajo de está se encontró una piedra de sacrificios en la cual se descubrieron cinco cráneos fragmentados con orificio a la altura del parietal, se creé que formaron parte de un Tzompantli. Text and Photo by: Yanín Ramírez

También detalló que el hallazgo de los 45 cráneos se registró a mediados de agosto pasado, se encontraron directamente sobre un relleno de tierra, estaban delimitados por un alineamiento de piedras que los concentraba en un espacio de 1.5 metros de este a oeste, y 1.2 de norte a sur, en el predio Plaza Manuel Gamio; para la creación de un vestíbulo de acceso a la Zona Arqueológica y Museo del Templo Mayor. Text and Photo by: Yanín Ramírez

Respecto a los cinco cráneos con orificios, consideró que se trata de una ofrenda de consagración hacia la piedra de sacrificios- de 45 cm de altura, entre 35 y 42 cm de largo y 9 cm de grosor-, luego de haber estado suspendidas en un Tzompantli, era para colocar a una persona de espalda sobre ella, con dirección de oriente a poniente. Text and Photo by: Yanín Ramírez

En mediados de mayo pasado se encontró una estructura circular que contenía en su interior un tronco de encino, considerado como uno de los árboles sagrados que hubo en el Recinto Ceremonial de Tenochtitlan. Text and Photo by: Yanín Ramírez

Dicho elemento arquitectónico corresponde a la etapa constructiva IV de Templo Mayor; ya que fue excavada y liberada por completo, con lo que se pudo conocer sus medidas exactas 2.2 metros de diámetro y 55 cm de altura y materiales que la constituyen: piedras de tezontle unidas con lodo, que integran el muro, y un recubrimiento de estuco. Serán exhibidos en el espacio donde fueron encontrados para el disfrute de los visitantes, una vez que termine la obra de infraestructura del sitio. Text and Photo by: Yanín Ramírez