· Artistas nacionales e internacionales provenientes de Cuba, Bulgaria, Chile, Argentina y España ofrecieron un espectáculo circense que incluyó malabarismo, argollas aéreas, acrobacia y trucos de magia
· El Gobierno capitalino reconoce este legado urbano y artístico de la Olimpiada Cultural de 1968 como uno de los proyectos de escultura monumental más importantes del país del siglo XX